
Zapatos de salón: conoce la historia de los modelos Cannes y Creta
Los zapatos de salón ocupan un lugar especial en la colección Tierras Mediterráneas, en la que Cannes y Creta brillan por su reinterpretación de este calzado clásico. Pero, ¿sabes en qué consiste el zapato de salón y hasta dónde se remonta su historia? En este post te lo contamos.
Qué son los zapatos de salón: principales características
La elegancia del zapato de salón lo convierte en el equivalente del vestidito negro del calzado: un imprescindible en todo armario. La clave es su clásica línea de corte, que recorre de forma continua la parte superior del pie y lo sujeta de forma firme, sin cierre, cordones, cremalleras o hebillas.
La zona superior del empeine queda abierta, los dedos se cubren y el conjunto se eleva con un tacón elevado y ágil. Esto genera un calzado sencillo que realza al máximo la belleza del pie. Los escarpines son un zapato idéntico pero con menor tacón.
Origen y evolución de los zapatos de salón
El primer rastro del zapato de salón se encuentra en la corte de Leonor de Aquitania, reina de Francia y de Inglaterra durante el siglo XII. Para ir a juego con los vestidos sueltos, con cola y tejidos vaporosos, se crearon los souliers de court (zapatos de corte o de salón).
Queen Eleanor & Fair Rosamund por Evelyn De Morgan (Dominio público)
Este calzado era puntiagudo y apretaba los dedos de una forma tan incómoda que soportarlos era considerado un signo de devoción religiosa. Aunque desaparecen durante años, es un zapato que vuelve de manera recurrente en distintas épocas.
En el siglo XVII aparece como un modelo masculino de calzado de baile con tacón, que incorpora elegantes adornos de cintas. Durante las primeras décadas del XIX, estas cintas desaparecen y los hombres bailan con escarpines de charol, algo que comienzan a imitar las mujeres tímidamente.
En la década de 1910 se vive un nuevo renacimiento del zapato de salón: los escarpines, de diferentes materiales, incorporan 5 cm de tacón y complementos decorativos como pompones y lazos que varían cada temporada.
Una figura clave para el desarrollo de este calzado fue Coco Chanel. Su apuesta por los estilismos sencillos, plasmado en el «petite robe noire», requería de zapatos de formas sencillas. Para ello, se basó en las obras de Vittore Carpaccio y las zapatillas con las que vestía a Santa Úrsula: el zapato de salón moderno había nacido.
Escenas de la Vida de Santa Ursula de Carpaccio
El cine también tuvo un papel importante en su expansión, con grandes diseñadores como Salvatore Ferragamo trabajando directamente en las producciones de Hollywood. Además de poner el zapato de salón en la gran pantalla y en las alfombras rojas, introdujo una tira de acero estrecha para apoyar el arco del pie, repartiendo el peso y estilizando el propio calzado.
Salvatore Ferragamo presenta Kimo, (Foto David Lees, 1951)
David Evins fue el «rey de los escarpines» durante los años 1940s, ayudando a lucir los empeines de las actrices con gran elegancia. Roger Vivier, por su parte, creó el zapato de tacón de aguja trabajando junto a Dior, lo que supuso una gran innovación.
Durante las dos décadas siguientes siguieron produciéndose cambios en los diseños, apareciendo el talón abierto, cambiando las decoraciones y jugando con las alturas del tacón. Sin embargo, el verdadero icono de esa época lo forma Jacqueline Kennedy con los diseños del zapatero René Mancini.
Sus escarpines, tan sencillos como increíblemente elegantes, crearon una gran tendencia de estilo. Si quieres conocer este emblema de la moda a fondo, puedes volver a este post dedicado a Jackie Kennedy en exclusiva.
Los años 1970s vieron cómo los escarpines de tacón bajo se fueron transformando, con tacones más anchos y punteras puntiagudas. La década siguiente fue de reinvención, con la introducción de nuevos materiales como el plástico y la búsqueda de la transparencia. Los grandes nombres son René Caovilla, Armando Pollini, Philippe Model y Emma Pope.
El zapato de salón no ha dejado de evolucionar y de pasar por las distintas miradas de los diseñadores. Cannes y Creta es la mirada de O.SUR de este calzado: el primero, de líneas más sencillas y el siempre elegante color negro. El segundo, con aires vintage que recupera un zapato de los años 1930s.
Si los quieres conocer en mayor profundidad, sigue los enlaces para ver sus fichas de producto o vuelve a este post en el que los presentábamos junto al resto de la colección Tierras Mediterráneas. ¿A qué esperas para tener un zapato imprescindible en cualquier armario?